miércoles, 30 de julio de 2008

Estrategias musicales en Educación Inicial

spectos fundamentales de la música en la Educación Inicial

La música tiene una valor formativo extraordinario, por ello se considera como un medio idóneo para el desarrollo y el aprendizaje, sobre todo en los primeros años de vida. Por ser una manifestación estética es espiritual, al respecto Weber (1974) señala “... ésta le da al niño y la niña un alimento que no está presente en el ejercicio físico, ni en el aprendizaje técnico o intelectual, y lo/la llena de una sensibilidad que estará presente a lo largo de su desarrollo como individuo.”

A través de los estudios realizados en los últimos años, sobre todo con el llamado efecto Mozart, se ha comprobado que la música puede producir un aprendizaje, una motivación y un comportamiento más armonioso. Schaw y Bodner (1999), usaron imágenes obtenidas por resonancia magnética utilizando música de Beethoven y Mozart. Con la música de Mozart se activaron áreas de la coordinación motora fina, la visión y otros procesos superiores de razonamiento espacial.

Gardner (2003), autor de la teoría de las Inteligencias Múltiples, sostiene que la música, en especial la de Mozart estimula el desarrollo del cerebro y su estructura razonable. Durante más de cincuenta años, especialistas en neurología de la Universidad de California, se han apoyado en la música de Mozart para comprobar en sus experimentos mejoras en la capacidad de razonamiento e inteligencia espacial de los estudiantes.

En este sentido, es importante que el/la docente como mediador(a) del aprendizaje emplee con frecuencia música como fondo a bajo volumen durante la jornada; por ejemplo, música instrumental de los grandes maestros clásicos, tonadas, cantos populares melodiosos, música de flauta de pan, música ambiental de la Nueva Era, ya que ellas permiten en los niños y niñas una mayor concentración en lo que están haciendo, aportan un ambiente positivo y relajado en el ámbito educativo, a la vez que favorecen la integración sensorial necesaria y promueven las diferentes interacciones. Así mismo, las actividades musicales sirven para disminuir el ruido exterior, imprimir entusiasmo, reducir el stress, mejorar el aprendizaje de la lectura y escritura, favorecer los procesos matemáticos, aumentar la creatividad, favorecer las habilidades sociales, así como el desarrollo motor.

La música es un lenguaje al alcance de todos y todas las personas, básicamente porque es un sistema coherente de signos, formatos y estructuras que permite comunicar experiencias humanas. El niño y la niña cuando se expresan a través de las diferentes manifestaciones musicales, muestran su sensibilidad artística. Los adultos significativos para planificar acciones que favorezcan dicha sensibilidad, deben conocer y tomar en cuenta las capacidades estético – naturales que ellos y ellas traen.

Para Vigotsky, las actividades musicales como fenómeno lúdico presentan características interesantes que son necesario destacar:

* La presencia de una situación o escenario imaginario, en la medida que existen roles o ejercicios de actividades vinculadas a contextos no presentes.
* La presencia de ciertas reglas de comportamiento que tienen un carácter social y cultural.
* Una situación socialmente definida.

Si los/las docentes y adultos permiten que niños y niñas estén en contacto con la música y disfruten de ella, favorecerán el interés por las cosas bellas, el arte, la creación y lo sublime que representa la inteligencia musical.

El desarrollo integral del niño y la niña puede ser potenciado a través de la música. Al interpretar una canción sencilla acompañada de instrumentos de percusión, compartir la experiencia con otros compañeros/as y adultos significativos, se fortalece la socialización. También ayuda a trabajar hábitos, experimentar sentimientos, emociones e incrementar la noción de grupo. Del mismo, modo permite apoyar la adquisición de normas y reglas propias de la actividad musical, potencia el desarrollo motor fino y grueso, al bailar, danzar, percutir su cuerpo, imitar gestos, posiciones y movimientos y establecer relaciones entre su cuerpo y objetos.

La música contribuye al desarollo del lenguaje, al favorecer el aprendizaje de palabras y frases nuevas, utilizar otras ya conocidas, e inventar letras para las canciones. Por lo general la herramienta musical más relacionada con la Educación Inicial es el canto, el niño (a) canta cuando juega, al realizar actividades que le son de su agrado, al sentirse feliz y a veces, sin motivo aparente; esto facilita la retención, le da un carácter placentero al aprendizaje, incrementa el vocabulario y propicia una mayor fluidez en la expresión oral. También el canto se constituye en una herramienta clave para el inicio de la lectura y la escritura a través de los ejercicios rítmicos. Por otra, parte la música favorece la seguridad del niño y la niña al desplazarse y ubicarse en el espacio y el tiempo.

Igualmente se ve favorecido el desarrollo cognitivo ya que potencia en el/la niño (a) la capacidad para observar, explorar, escuchar, producir, comparar, formular hipótesis; es decir, permite la construcción progresiva y significativa del pensamiento y sus diferentes tipos de conocimientos mediante la clasificación de sonidos, timbres, materiales; la seriación al ordenar sonidos agudos y graves, discriminar intensidades, establecer relaciones temporales de los sonidos, enumerar canciones, contar instrumentos musicales, entre otras.

En conclusión la música como parte importante de la experiencia humana ha generado diferentes aplicaciones que la perfilan como mediadora del aprendizaje.





Rol del/la docente

Mucho se ha hablado sobre el perfil que debe tener el/la docente de Educación inicial en lo que a música respecta. En un principio se pensaba que tenía que ser especialista en el área musical, el que trabajara este aspecto, o un(a) docente que tuviera conocimientos musicales. A esto se le añade que muchos creen que no tienen condiciones específicas para la música; sin embargo, estas creencias no son válidas para abordar la música, lo importante es que el adulto se apropie de algunas nociones básicas, tenga el entusiasmo, la disposición y sobre todo disfrute junto con los/las niños (as) de una actividad agradable, desestresante, enriquecedora y que además contribuye de manera vital al desarrollo integral y el aprendizaje.

Se puede decir entonces, que el/la docente está sensibilizado (a) para las actividades musicales, cuando posee condiciones personales y profesionales, así como conocimientos básicos respecto al género musical y demuestra una actitud positiva, espontánea, de disfrute y flexibilidad para abordar efectivamente la expresión musical.

El/la docente o adulto significativo puede incluir en sus planes y proyectos didácticos, estrategias que desarrollen la percepción, observación, identificación, comparación, reconocimiento y memorización progresiva del sonido y la música.

El/la educador (a) debe aprender a diferenciar los elementos de la música: ritmo, melodía y armonía; así como también las cualidades del sonido: altura, timbre, intensidad y duración. Es importante que posea un tono de voz claro y agradable, buena articulación y modulación y adaptarse con soltura a los ritmos musicales. Asimismo, es necesario que:

* Genere productos musicales creativos a través de la imitación, improvisación y creación grupal con los niños y niñas. Desarrolle el sentido auditivo del niño y la niña proponiendo actividades en las cuales se entonen sonidos y canciones a diferentes alturas, frases cantadas, escenificar con gestos y movimientos canciones del folclore regional y nacional.
* Tenga cierto dominio de algunos instrumentos melódicos sencillos, preferiblemente trabajar con ellos como acompañamiento, y utilizar la voz como instrumento armónico.
* Permita que el niño y la niña sean siempre los protagonistas en las actividades musicales (individual o grupal)

La música no debe abordarse con ligereza en los escenarios educativos, solo como adorno en actos culturales, o como relleno de encuentros ocasionales con la comunidad. El/la docente tiene el compromiso de resguardar los espacios para el conocimiento, apreciación y sensibilización del lenguaje musical.

El rol del/la docente u otros adultos significativos para el niño y la niña de 0 a 6 años, es el de lograr el tránsito desde la imitación hasta la creación.





Posibles recursos a utilizar en el desarrollo de las actividades musicales

Son muchos los recursos que se pueden utilizar para disfrutar de la música en los espacios de Educación inicial. A través de los sonidos y ruidos propios del salón de clases o vecindario, se pueden hacer comparaciones de sonidos en cuanto a intensidad, timbre, altura, duración; así como reconocer y conocer, los sonidos de objetos, personas, animales, otros; además escuchar casetes o CDS que tengan ruidos y sonidos de puertas, carros, teléfonos, otros. Esto prepara al niño y la niña en la discriminación del sonido, lo que más adelante redundará en un desarrollo rítmico y melódico efectivo.

Dentro de los recursos importantes se mencionan: la Banda Rítmica y la Caja Folclórica, ambas además de proporcionar al niño y la niña el conocimiento de nuevos objetos, los introduce en el aprendizaje propiamente musical. Dentro de estos instrumentos es importante destacar el uso del Cuatro, como instrumento armónico o acompañante; ya que éste es el soporte con el cual el o la docente interactúa con el niña, la niña y el canto, dándoles la libertad de expresarse además de instrumentalmente, también de manera corporal y vocal.

La Banda Rítmica ha sido por excelencia el recurso más utilizado en la educación infantil, hoy cabe introducir la Caja Folklórica como una herramienta de trabajo que puede facilitar el conocimiento, manejo y construcción de los instrumentos que nos caracterizan, resaltando así, los valores y el acervo cultural propios del país.

Estos instrumentos pueden estar ubicados en diferentes espacios; será la experiencia docente-niño(a) que indique a posteriori si se deben colocar en un espacio determinado; lo importante en este caso es no perder de vista el objetivo musical propiamente dicho.





Orientaciones para favorecer la expresión músical

Pensar la música como estrategia pedagógica, es pensar en un amplio abanico de descubrimientos, riqueza imaginativa, disfrute y conocimientos que los niños y niñas a lo largo de la rutina diaria pueden experimentar a través de diversas actividades musicales.

Las estrategias para la expresión musical, han de encaminarse hacia el fortalecimiento de las capacidades naturales de los niños y niñas y la construcción progresiva del conocimiento de la música, sin perder de vista que gozar, disfrutar y vivenciar son esencia y parte fundamental del trabajo pedagógico en la educación musical.

Los niños Y niñas traen consigo toda una serie de potencialidades y habilidades relacionadas con la creatividad y la música, en muchas ocasiones son los adultos quienes coartan su capacidad creadora obligándolos a seguir determinados patrones.

Para los momentos en que el/la docente quiera en específico potenciar el área cognitiva, se sugiere utilizar música de Mozart.

Para lograr la relajación de niños y niñas después de una jornada con mucha actividad, es preferible utilizar música de Bach, Haendel, Haydn.

Para las actividades colectivas es recomendable colocar música como:

* La Bella Durmiente, de Tchaikovsky, Valses de Chopin; Sobre las Olas de Juventino Rosas, entre otras. Estas, permiten efectuar movimientos amplios del cuerpo y elevación de los brazos, mejor utilización del espacio, desinhibición y sentimientos de bienestar.
* Para movimientos largos y suaves del cuerpo están Largo de Xerxes de Haendel, preludios de Chopin, entre otros.
* Las Polkas de Strauss, El Tamboril de Rameau, el joropo venezolano, para efectuar saltos y estimular sentimientos de alegría.
* Música comercial bailable actualizada para ubicar al niño y la niña en su realidad, música bailable del folklore de nuestro país para resaltar y potenciar la identificación cultural y nacionalista.

En la medida que el/la docente escuche diferentes tipos de música y comparta estas actividades con los niños y niñas, estará en libertad y capacidad de elegir otros compositores y tipos de música que les ayude a mediar el proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas.

Antes de comenzar las actividades musicales, es conveniente hacer ejercicios de relajación y respiración, con actividades que pueden realizarse a manera de juego, combinándolos con juegos de atención, identificación corporal, lateralidad; como preparación tanto del ambiente como del cuerpo. Esto permite que niños y niñas estén en mejor y mayor disposición para el aprendizaje. El o la docente debe cantar en cualquier momento de la rutina diaria, e invitar a los niños y niñas a imitar y crear sus propias canciones para fortalecer el canto en los Centros de Educación Inicial.

En este sentido, vale la pena reflexionar acerca del volumen de voz necesario para cantar o simplemente comunicarse con los niños(as). Por lo general el/la docente habla fuerte y en ocasiones se establece una competencia entre niños/as y docentes, lo que ayuda a que éstos(as) se acostumbren a mal utilizar su voz gritando con frecuencia. El utilizar moderadamente la voz, invita a hacer silencio en el oyente, pudiendo entonces comunicarse de manera adecuada y sin maltratar su aparato fonador.

Para leer documento completo y estrategias para favorecer la expresión musical

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